- ALLEZ!!! ALLEZ!!! SASTRE!!!

23 de julio de 2008, un día que difícilmente olvidaremos en la vida. Cuesta mucho expresar las sensaciones que vivimos durante todo el día.
Realmente inolvidable.

Primer madrugón del viaje, cerca de Grenoble, para emprender el camino hacia le Bourg d'Oisans, un pueblecillo en la falda del mítico Alpe d'Huez y ver llegar la Grande Boucle en la Meca del ciclismo.

Como dicen por aquí, si el deporte és una religión, el Alpe d'Huez és, sin duda, su santuario.
Una auténtica peregrinación de ciclistas a las 21 míticas curvas de este coloso alpino. Y aquí estamos nosotros dos, con nuestras bicis robadas y destartaladas, jeje... sudando lo indecible para intentar llegar hasta arriba, bajo un sol infernal.

Y menuda fiesta hay aquí arriba montada!!!

Caravanas aparcadas desde el día anterior (porque la carretera la cortan el día antes a la etapa), ciclistas subiendo y bajando durante todo el día, los marea naranja de holandeses borrachos en su curva (la 7), gente pintando en el asfalto, transistores con emisoras gabachas por todos lados, gente subiendo en patines, banderas de todos los colores, pancartas, gritos, ... más de un millón de personas (!!!) repartidas por las 21 curvas de la montaña.

Y nosotros escogemos la 8, con una buena panorámica del valle y una buena sombrita para reponer energías después de la subida.

Se va acercando la hora, las 5 de la tarde más o menos y esto empieza a ser un caos tremendo.

...Y se hace el silencio. Sepulcral.
Impensable hace sólo unos minutos. La montaña entera callada.
Todas las curvas repletas de gente mirando hacia abajo, hacia el pueblo.

Silencio sólo roto cuándo los más viejos del lugar, prismáticos en mano, empiezan a gritar: "la rotonde! la rotonde!, ..."
La teté de la course, un grupo de 8 o 9 ciclistas acaba de virar la rotonda de salida de la Bourg d'Oisans y empieza a afrontar la subida a la curva 21, quizás la más empinada de todas.

Desde la 8, se divisan algunas curvas de más abajo y se ve a un ciclista que ya se ha escapado del grupo.
Vuelven los transistores, los móviles, ... És Carlos Sastre!
El caos se vuelve a apoderar de todo el mundo, a medida que se van acercando a nuestras curvas más próximas.

Carlos Sastre afrontando la curva número 9.

La comitiva policial llegando a la curva 8.

(Los nervios del momento nos impiedieron fotografiar el virage de Sastre en nuestra curva, nos quedamos absolutamente bloqueados, sólo nos salieron gritos de ánimo al corredor del CSC).

Alejandro Valverde, Cadel Evans y los demás favoritos pasando por
la curva 8, más o menos a 1 minuto de Sastre.

El pelotón llega a nuestra curva.

Otra vez, todo el mundo pendiente del transistor, mientras van subiendo ciclistas descolgados, recibiendo gritos de ánimo, del primero al último, y al mismo tiempo empiezan a bajar miles de bicicletas, entre ellos algunos españoles, que nos informan que Sastre ha sacado al final 2'15" al grupo perseguidor, con lo cuál se viste de amarillo, a la espera de la contrareloj del sábado, pero con muchas opciones de ganar el Tour de Francia.

Nos queda la bajada a la Bourg d'Oisans, otro espectáculo único. Posiblemente el único deporte en el mundo, en que se pueden mezclar amateurs y profesionales en el mismo terreno, y bajar juntos las 21 curvas de la montaña.

Desde aquí agradecer la conexión Igualada-Alpe d'Huez vía sms con los compañeros de equipo Isra, Pallas y Jordi López, por su información del transcurso de la etapa, esperando que algún año podamos disfrutar juntos este momento, perdidos en alguna curva de la montaña.

P.D.: El que nos diga que los ciclistas no se dopan, que venga aquí e intente subir ésto en bicicleta. Que conste que buscamos EPO, pero muchos ciclistas y pocos camellos. ;)